Estar involucrado en un accidente automovilístico es increíblemente estresante y puede seguir causando angustia si se sufre una lesión grave como consecuencia.

Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, los accidentes automovilísticos ocurren aproximadamente cada 71 segundos. Por desgracia, uno nunca está preparado para el trauma y los efectos a largo plazo de un accidente catastrófico.

Cómo afectan los accidentes a tu seguro

Toda persona que conduzca un vehículo debe ser consciente de la importancia crítica de tener un seguro de automóvil. Aunque el seguro puede ayudar a aliviar parte de la carga financiera de un accidente, hay casos en los que el coste de su póliza de seguro se verá afectado negativamente, implicando la posibilidad de tener que pagar más por ello.  

Un accidente en el que tu vehículo sufra daños significativos o se considere “siniestro total” permanecerá en tu historial durante varios años, lo que afecta a tu tarifa de seguro.

Si en un accidente resultas culpable y llegas a causar lesiones corporales a otra persona, tu compañía de seguros puede aumentar tu tarifa en casi un cuarenta por ciento. Esto puede subir aún más en el caso de los jóvenes, quienes se consideran un “riesgo” para la indemnización por lesiones.

Efectos físicos en la salud

Los resultados de un accidente de coche o de camión pueden provocar enormes problemas para la salud física, provocando una recuperación desalentadora o, en el peor de los casos, discapacidades permanentes.. 

Algunas de las lesiones más peligrosas están relacionadas con la cabeza: los traumatismos craneales o cerebrales, las laceraciones en la cabeza y las lesiones cerebrales traumáticas (TBI por sus siglas en inglés) pueden dañar las funciones mentales o físicas y empeorarlas con el tiempo.

Por otro lado, los resultados de un accidente también pueden causar daños en el sistema neuromuscular. En este caso se trata de lesiones relacionadas con los músculos, los ligamentos, los tendones y los nervios. 

Los daños en la columna vertebral son otra lesión común que afecta al sistema neuromuscular. Algunos de los tipos más dolorosos son las lesiones de disco vertebral, las fracturas de columna, los esguinces, el latigazo cervical y las lesiones de cuello.

En los accidentes verdaderamente catastróficos, las víctimas pueden sufrir discapacidades permanentes que pueden incluir amputaciones o parálisis. Tales discapacidades pueden afectar a los medios de subsistencia de una persona, ya que le crean una gran deuda financiera, le causan problemas en el lugar de trabajo o inclusive le incapacitan de tal manera que no volverá a trabajar. 

Efectos mentales tras un accidente

La concienciación sobre la salud mental ha ganado mucha atención en los últimos años, y con razón. Aunque la mayoría podría considerar que las lesiones físicas son el límite de lo que se puede sufrir en un accidente de tráfico, la realidad es que las víctimas de incidentes traumáticos pueden sufrir problemas de salud mental a largo plazo.

Un accidente no sólo provocará un aumento del estrés, la frustración y la ansiedad, sino que las víctimas pueden sufrir trastornos verdaderamente graves, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT). El TEPT puede dejar efectos duraderos o permanentes, y las personas pueden sufrir un profundo temor al conducir o incluso al estar simplemente en un vehículo.

La depresión y la ansiedad son elementos básicos de cualquier cosa estresante, por lo que es común que las víctimas sientan estas emociones después de un accidente automovilístico. No obstante, a veces estas emociones y estados mentales pueden persistir durante años. El miedo y la inquietud son también efectos negativos que tu estado mental puede sufrir.

Como resultado de este trauma mental, las víctimas pueden empezar a sufrir problemas de salud corporal, incluyendo: 

• Insomnio
• Letargo
• Cambios de humor
• Disfunción sexual o infertilidad
• Cambio de apetito

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